“El futuro ocurre a través de la acción”.
¿Quién crea el futuro?
Existe en el imaginario colectivo una idea todavía bastante arraigada: la de un futuro determinado por un conjunto de factores, inconexos entre sí y con poca intencionalidad detrás de ellos. Aunque esta concepción varía mucho en función de las culturas, la cultura latina y mediterránea está en gran parte influida por una suerte de “determinismo feliz” que, llevado a un pensamiento típico, podría traducirse en algo parecido a lo siguiente: “Como no puedo influir en el futuro, ¿Para qué me voy a preocupar por ello?”.
¿Está nuestro futuro totalmente determinado por factores externos? ¿Nada de lo que podamos hacer hoy, tiene el potencial de cambiar nuestro futuro?
Strategic Foresight nace sobre el entendimiento del ser humano como “ser capaz de crear su futuro”. Muchas personas piensan en Foresight como una disciplina que ayuda a predecir el futuro, pero la realidad es que es imposible predecir algo que no ha ocurrido. Lo único que puede hacer Strategic Foresight por nosotros en el campo de la predicción es tratar de vislumbrar hacia dónde nos llevan las acciones y decisiones que estamos tomando hoy: como individuos, como colectivo, como sociedad, como humanidad.
“La predicción es difícil, especialmente cuando se trata del futuro”.
Mark Twain.
La prospectiva estratégica es, más que una disciplina, una mentalidad que incluye una manera de entender no sólo el futuro, sino también a las personas. Parte de la base de que todos y cada uno de nosotros somos capaces de crear el futuro. Cualquier decisión que tomes hoy, sea a nivel personal o como líder de una empresa, impactará en el futuro. La suma de decisiones y acciones que tomamos en el presente es lo que van esculpiendo y dando forma a un futuro todavía por conocer, pero altamente dependiente de lo que nosotros hagamos hoy.
La clave está en la acción
Ya hemos hablado antes en este blog sobre la acción como ingrediente fundamental en Strategic Foresight.
Aquí veíamos la importancia de combinar 3 capacidades en cualquier proyecto de Strategic Foresight:
- Anticipación (capacidad de establecer una visión sobre el futuro).
- Apropiación (capacidad de compartir esa visión y que todos la hagan suya).
- Acción (capacidad de tomar decisiones que nos empujen hacia esa visión).
También habíamos explorado la diferencia entre pre-actividad y pro-actividad, mostrando que no es mejor uno u otro, sino el simple hecho de mantener la exploración del futuro vinculada a una actividad en el presente.
En Institute for the Future trabajan desde hace años siguiendo la idea de “Foresight to Insight to Action”, facilitando a las personas el proceso de convertir diferentes visiones de futuro en insights (visiones) con sentido, para después priorizarlos y trasladar a acciones aquellos de mayor importancia. Siguiendo estos pasos, enseñan a dar forma a un futuro deseado y cambiar la condición de “víctimas del futuro” a “creadores de su propio futuro”1
Acciones con destino
Sin embargo, la gran incertidumbre que estamos viviendo nos puede llevar o bien a la parálisis total, o bien a tomar decisiones movidos por impulsos tácticos, reaccionando a corto plazo para sortear las amenazas que van surgiendo por el camino. Es necesario tener esa capacidad de reacción ágil para adaptarse a un entorno nada fácil: si no sobrevivimos, está claro que no podremos llegar a ningún sitio. Pero no es suficiente.
No podemos perder de vista hacia dónde nos encaminamos, cuál es el destino al que queremos llegar con la suma de todas nuestras acciones. No podemos perder de vista el medio y largo plazo. Si en vez de avanzar, “tropezamos hacia delante”,¿cómo podremos nunca tomar las riendas del desarrollo de nuestra compañía? Para controlar el avance y evolución de nuestra organización y llevarla con paso firme (sin bandazos) hacia una visión mayor que el mero hecho de sobrevivir, es necesario dotar de intención a cada una de esas acciones que vamos tomando.
“Creas tu futuro con el poder de tu intención. La intención es, simplemente, el acto consciente de determinar tu futuro ahora”.
Rhonda Byrne.
¿Cómo podemos hacerlo?
Ahí es donde Strategic Foresight brilla con todo su esplendor. Esta disciplina aporta herramientas, métodos y procesos para convertir el caos de datos y sobre-información actual en una serie de patrones de cambio que nos ayudan a ver posibles desarrollos de futuro. No predice lo que va a ocurrir, pero sí que nos da alternativas acerca de lo que puede ocurrir.
Al hacerlo, nos ayuda también a identificar nuestro futuro deseado, una visión que actúe como destino de todo lo que hagamos hoy, dotándolo de sentido y cargándolo de intencionalidad. Finalmente, una vez identificada esa visión del futuro ideal, aquel que querríamos que efectivamente sucediese, Strategic Foresight nos ayuda a definir y diseñar un plan de acción que, paso a paso, nos ayude a construir ese futuro deseado.

Strategic Foresight es pues una combinación de “generación de conocimiento” sobre el futuro y de “proceso activo de gestión del futuro”, en el que (1) se toman medidas concretas para (2) impulsar acciones concretas que nos lleven a (3) un resultado concreto en el futuro2.
Inacción: igual o más poderosa que la acción
Si pensamos en el futuro a 10, 15, o 20 años, podemos imaginarnos diferentes narrativas absolutamente dispares, pero todas tendrán algo en común: cada una de ellas será la consecuencia de una suma de acciones que tenemos la opción de tomar hoy. Sin embargo, no sólo las acciones que tomamos moldean ese futuro.
Pongamos por ejemplo 2030 como horizonte temporal. 2030 será el resultado de nuestras acciones, y es precisamente acción lo que Strategic Foresight pretende generar. Sin embargo, habrá consecuencias derivadas de otro tipo de decisión: la decisión de no actuar. La decisión de no hacer nada hoy, en 2020. Las consecuencias de nuestra inacción presente se verán plasmadas también en nuestra realidad futura.
Está claro que los altos niveles de incertidumbre que vivimos hoy –como también lo han hecho los altos niveles de certidumbre en épocas pasadas, por ejemplo, en lo relativo a lo inmutable de nuestro Estado del Bienestar– pueden llevar a la inacción. Pero la inacción implica dar por vencida la batalla de tomar las riendas de nuestro futuro, y dejárselo a otros.
El éxito o el fracaso de cualquier iniciativa de Foresight no dependerá tanto de los aciertos o desaciertos en sus proyecciones, sino en el alcance de las acciones que ha provocado. Cuando la prospectiva fracasa en fomentar que los decisores actúen, se puede considerar que ha fracasado en su totalidad.
Cuando una iniciativa de prospectiva estratégica se hace bien, guiará nuestros esfuerzos, nos ayudará a evitar errores y aportará foco a nuestros objetivos. Cuando se hace todavía mejor, estimulará ideas, abrirá nuevas vías de pensamiento y nos aportará el impulso y decisión para actuar hoy sobre la realidad que queremos vivir mañana.
Es innegable que estamos en un momento histórico en el que tomar acción sobre el futuro será complicado, debido a la cantidad de retos que tenemos por delante (la lista de disrupciones que estamos viviendo es, digámoslo así, bastante larga). Además, la inestabilidad que suele acompañar los momentos de transición implica que, probablemente, los recursos se desviarán a prioridades del presente, más que prioridades relacionadas con el futuro3.
En este contexto, Strategic Foresight más que nunca nos puede ayudar a no perder de vista nuestro destino, ese futuro deseado que podemos crear, si empezamos a tomar acción desde hoy mismo.
¿Quién crea el futuro? Con esta pregunta abríamos este artículo. La respuesta está clara: el futuro lo creamos nosotros mismos, con cada una de las acciones que decidimos tomar, o no tomar, en el presente.
El futuro no es un sustantivo. No es algo que tiene entidad propia y existe de forma independiente a nosotros. El futuro es un verbo, una acción. Nuestra acción. Y empieza hoy.
“El futuro es ahora, y los retos y oportunidades del mañana están determinados por las decisiones de hoy”.
Ann Mettler, Presidenta, ESPAS (European Strategy and Policy Analysis System)
Fuentes:
- Gorbis, M. “Foresight to Insight to Action: Imaginative Forecasting Helps Shape a Brighter Future”. Generations. 2010 (Questia)
- Godet, M. y Durance, P. “La prospectiva estratégica para las empresas y los territorios”. 2011.
- ESPAS (European Strategy and Policy Analysis System). Global Trends to 2030. Challenges and Choices for Europe.