Anteriormente en este blog, hemos hablado sobre el concepto de la multiplicidad de futuros y de la importancia de mapearlos. Pero, ¿Cómo podemos llegar a esos futuros plausibles? ¿Qué elementos constituyen los “ingredientes básicos” para poder desarrollar las narrativas que darán forma a diferentes alternativas de futuro? ¿Qué es lo que da forma a nuestra visión del futuro?
El perfecto equilibrio entre las fuerzas que condicionan el futuro
El futuro, como concepto, es una dimensión temporal. Por lo tanto, se ve impactado por otras dos dimensiones temporales que tienen un efecto ineludible en él: el presente y el pasado. Así, hay tres fuerzas o vectores que impactan sobre el futuro desde diferentes ángulos: pasado, presente y futuro (imaginado).
Si queremos tener una visión general del “terreno de juego” en el que vamos a estar mapeando y desarrollando posibles alternativas de futuro, necesitamos analizar qué está pasando en cada una de estas tres dimensiones del tiempo. Así, al mapear el tiempo, obtenemos una visión más clara acerca de dónde venimos, y hacia dónde nos dirigimos. Es la tensión y la interacción constante que se crea entre estas fuerzas la que da lugar al espacio en el que podemos esbozar los futuros plausibles1.
Demasiadas veces, en los procesos de Strategic Foresight se pone todo el énfasis en identificar esa imagen del futuro deseado: como mucho, se analiza también la dimensión del presente para identificar posibles señales de cambio. Sin embargo, rara vez se incluye una mirada necesaria al pasado para poder desarrollar futuros plausibles de forma equilibrada.
Qué es el Triángulo de Futuros
El Triángulo de Futuros es un método de Strategic Foresight usado en la fase de proyección de futuros plausibles, cuando el objetivo es mapear las diferentes alternativas de futuro. Fue desarrollado por primera vez por el prof. Sohail Inayatullah con el objetivo de entender e interpretar el contexto antes de empezar el proceso de proyección de escenarios.
El método, representado visualmente mediante un triángulo, consiste en identificar las diferentes fuerzas impulsoras o inhibidoras de cambio que emergen de cada una de las dimensiones del tiempo: el peso del pasado, el empuje del presente, y el tirón del futuro imaginado. Con este planteamiento, las alternativas de futuros emergen en el “remolino” que se forma entre sus tres vértices. Estos vectores empujan y tiran en diferentes direcciones, cada uno con su propio conjunto de fuerzas impulsoras e inhibidoras. Es el equilibrio entre los vectores de fuerza de cada esquina lo que definirá los diferentes futuros plausibles.

Al analizar la interacción de estas tres fuerzas, el triángulo de futuros nos ayuda a desarrollar un futuro verosímil.
Las tres fuerzas, explicadas
1. El tirón del futuro (Pull of the future)
Incluye la visión que cada organización o institución tiene del futuro. Es aquello que queremos provocar, que deseamos fomentar, hacia donde queremos construir el futuro. Representa aquello que “tira” de nosotros desde el futuro y hacia él.
Una metáfora que ayuda a entender este concepto (y la difícil traducción del inglés) es el de los “balleneros del futuro”. Imaginemos a nuestra organización como un barco ballenero en el que, en vez de ballenas, buscamos el futuro. Tenemos a bordo un gran arpón que podemos lanzar hacia una imagen concreta del futuro. Una vez que hemos lanzado nuestro arpón, podremos atraer ese futuro hacia nosotros tirando de la cuerda, y eso también nos acercará a nosotros hacia él. ¿Hacia dónde apuntaríamos? ¿Qué elementos de un futuro potencial querríamos acelerar o traer al presente?
La realidad es que hay tantas imágenes del futuro como personas u organizaciones pensando en él. ¿Cómo nos lo imaginamos? ¿Qué visión del futuro es la que nos “tira”? ¿Qué elementos o aspectos concretos del futuro, nos atraen magnéticamente? Y de la misma manera, ¿qué elementos quisiéramos atraer hacia el presente como si de un imán se tratase? Un ejemplo claro de un “tirón del futuro” fue, en los años 60, la decisión de John F. Kennedy de llevar al hombre a la luna.
No existe una respuesta única, de hecho, en nuestro análisis puede que nos encontremos con visiones del futuro que compitan entre sí. Este es el momento de confrontarlas y debatirlas. Ya habrá tiempo –en otras fases del proceso y con otros métodos– de escoger la visión preferida o “futuro deseado” y actuar en consecuencia. En este punto, sólo estamos identificando posibles “llamadas” que actúen como fuerzas de cambio.
Algunas preguntas que pueden ayudar a identificar la “llamada del futuro” de una organización son:
- ¿Qué elementos tiran de nosotros hacia futuros particulares?
- ¿Qué imágenes del futuro son convincentes, pero “no podemos” ir a por ellas?
- ¿Hay visiones del futuro que compitan entre ellas?
- ¿Cuál sería el futuro ideal para un tema determinado?
- ¿Qué herramientas y recursos tenemos que puedan conducirnos hacia ese futuro?
- ¿Tenemos una visión común de cómo se forma el futuro, en este tema concreto?
- ¿Cuál es nuestro potencial de impacto en el proceso de cambio?
2. Empuje del presente (Push of the present)
Son todos aquellos impulsores cuantitativos y tendencias que podemos observar hoy, pero que están impactando en el futuro.
El presente contiene muchas fuerzas que empujan el cambio: tendencias, tecnologías, decisiones o actos de diferentes “agentes del cambio” hacen que el futuro se vaya desarrollando de una determinada manera. Idealmente, estas fuerzas que ya se están dando actualmente deberían ser cuantificables o, como mínimo, medibles y observables. Algunos ejemplos son el envejecimiento de la población, el cambio climático, la globalización o el mayor empoderamiento de las mujeres.
Algunas preguntas para ayudarnos a identificar estas fuerzas impulsoras del futuro, que podemos medir en el presente, son:
- ¿Qué tendencias y qué tecnologías están cambiando el futuro actualmente?
- ¿Hay algo que esté impulsando el cambio hacia un futuro determinado?
- ¿Qué nuevas medidas, políticas, procedimientos, leyes, presupuestos o decisiones pueden empezar a provocar cambios en un futuro inmediato o cercano? (como el caso de la conquista de la luna).
3. Peso del pasado (Weight of the past)
Son aquellos elementos en la historia que actúan como contrapunto a las dos fuerzas de cambio anteriores. Suponen una fuerza en sentido contrario, una barrera estructural que inhibe el cambio. Cada imagen del futuro que deseamos ver, cada señal o patrón de cambio que podemos observar en la actualidad, tienen diferentes contrapuntos o “pesos” que dificultan su avance (no significa que lo hagan imposible, pero sí lo pueden ralentizar o desviar en un momento dado). Por ejemplo, el contrapunto a la globalización serían las perspectivas nacionalistas o proteccionistas que tengan un arraigo histórico en un país determinado1.
Los pesos del pasado pueden entenderse como estructuras organizacionales, medidas, leyes, marcos regulatorios, procesos, narrativas históricas…que limitan y nos impiden avanzar. También incluyen los recursos que se destinan actualmente a infraestructura, tecnología, educación, así como realidades sociales como estructuras demográficas o deudas adquiridas de una sociedad.
Algunas preguntas útiles para detectar estos pesos del pasado son:
- ¿Quién se beneficia del status quo, o lo pierde si éste cambia?
- ¿Cuáles son las barreras al cambio?
- ¿Hay algo que nos esté lastrando, o que suponga una interferencia en nuestro camino?
- ¿Cuáles son las estructuras profundas que se resisten al cambio?
Cómo se usa el Triángulo de Futuros
El uso principal consiste en identificar, anotar y priorizar las 3 diferentes fuerzas que impactan en las alternativas de futuro. El método del Triángulo de Futuros puede usarse como telón de fondo al realizar el trabajo de escritorio de Strategic Foresight sea de forma individual o grupal, para mapear el contexto en el que los diferentes futuros plausibles emergen.
Sin embargo, el método tiene una aplicación concreta para la que resulta especialmente útil. Se trata de su utilización como herramienta de brainstorming en workshops colaborativos de Strategic Foresight. Es una herramienta sencilla y fácil de utilizar, y puede utilizarse en cualquier lugar con acceso a pocos recursos. Todo lo que se necesita es una pizarra o mural para dibujar el triángulo e ir anotando las diferentes ideas, impulsores, inhibidores, etc. que surjan del pensamiento colectivo. Se pueden utilizar post-its para ir mapeando cada uno de los vértices del triángulo.
En definitiva, esta herramienta nos puede ser de gran ayuda para ordenar y estructurar las diversas fuerzas impulsoras o inhibidoras del cambio, que impactan en cómo podría desarrollarse el futuro. Permite un proceso de pensamiento colaborativo, fácilmente aplicable y entendible por personas en la organización ajenas a la disciplina de Strategic Foresight, pero lo hace sin renunciar a una visión global y sin caer en la tentación de observar sólo la dimensión futura.
¡Os animo a ponerla en práctica!
Fuentes
- Inayatullah, S. “Futures Studies: Theories and Methods”. Capítulo del libro “There’s a Future, Visions for a better world”, 2013, pp. 37-65, BBVA Openmind.
Otras fuentes:
- Romero, M. “Futures Thinking Now: Drivers of change and Futures Triangle”. Knowledgeworks, 2020.
- Jonker, M. “The Futures Triangle – Understanding the three time dimensions when planning for your company’s future”. BDO South Africa, 2019.
- Kuosa, T. “How Can We Predict Plausible Futures? The Three Power Vectors of the Futures Triangle Explained”. FuturesPlatform, 2017.
- Riedy, C. “The futures Triangle”. Medium, 2012.
- Inayatullah, S. “Six Pillars: futures thinking for transforming”. Foresight VOL. 10 NO. 1 2008, pp. 4-21, Emerald Group Publishing Limited.